¿Eres un Bikiner? ¡Descúbrelo!

Mayo es un mes maravilloso. Las terrazas se llenan, los días se hacen más largos… Y los más rezagados se apuntan al gimnasio con la esperanza de “llegar al verano”. 

Estos son los Last Minute Strategists. 

Los amantes del minuto 93.

Si lo piensas, es algo recurrente a lo largo de nuestra vida:

• “Este año estudio desde el primer día”
• “En septiembre me pongo a tope con el inglés”
• “Después de Reyes empiezo a comer bien”
• “Sólo un capítulo más, que mañana madrugo”

Que nos pille el toro es humano. Aprender y que no te pase año tras año, es inteligente.

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Peligros de ser cortoplacista

No hace falta que venga tu coach a decirte que esperar a mayo para ponerte en forma no ha sido tu mejor decisión ever. 

De hecho eso no ayuda.

Pero ¡ay amigui! Aquí estás. Rogando un año más, que se te disimulen los michelines. Pues bien, debes saber a lo que te expones si eres un bikiner:

• Riesgo de lesión. Las prisas te llevarán a hacer más de lo que puedes en menos tiempo: pesos altos, intensidad elevada, poca recuperación.... El cuerpo necesita tiempo para adaptarse a nuevas rutinas y cargas de trabajo. Si no lo respetas, aumentará la probabilidad de lesionarte, y de que tengas que parar otra vez.
• Desmotivación. Al no ver resultados inmediatos o enfrentarte a metas poco realistas, te frustrarás y abandonarás, perpetuando un ciclo sin fin de desmotivación y esfuerzos sin éxito. Serás el eterno río Guadiana de los gimnasios.
• Efecto rebote. En el supuesto de que entres en modo motivación máxima, es lógico que logres resultados efímeros. Pero no te engañes, lo que rápido viene, rápido se va. El cuerpo tiende a la homeostasis, es decir, a recuperar su estado natural. En cuanto vuelvas a tus hábitos normales, recuperarás esa grasa que perdiste… Y con intereses.

Esto es lo que haríamos nosotros

Pero en 180 somos más de proponer que de criticar, así que, bikiners del mundo, aquí os traemos la estrategia definitiva para llegar a punto a la temporada de playa (de 2025):

1. Ponte metas realistas.

Igual “perder peso para este verano” no es el mejor enfoque mental. ¿Por qué no pruebas con “mejorar mi condición física en 3 meses” o “aumentar progresivamente el peso que levanto en los próximos 6 meses”? Cuando veas que lo estás consiguiendo, verás el subidón que te da.

2. Enamórate del proceso, no del resultado.

Céntrate en entrenar, no en perder peso. Si consigues lo primero, lo segundo llegará solo. Por cierto, te tiene que molar lo que haces. Si no, antes o después abandonarás.

3. Moderación con la alimentación.

No seas talibán. Evita las dietas extremas, huye de batidos milagrosos y demás basuras. Elige una alimentación saludable que puedas mantener a largo plazo. La clave está en la moderación, nunca en restricción severa.

4. Favorece tu entorno.

Póntelo más fácil a ti mismo/a. Utiliza estrategias para evitar los momentos de duda. Hay infinitas. Si tu amiga no va al gym, júntate con otra que sí vaya. Si te da pereza entrenar después de pasar por casa, vete directamente desde el trabajo. Si las máquinas del gym te aburren, vente a una clase de grupo con un entrenador y pásatelo bien. No pienses si te apetece entrenar o no. Sólo entrena.

Lo tenemos muuuuy comprobado.

La gran mayoría de personas que se apuntan al gimnasio en mayo, no siguen después del verano. Eso sí, la primavera siguiente están aquí de nuevo. 

“Joo, es que entonces voy a tardar la vida en perder barriga”

¿Y cuánto has tardado en construirla?

Lo que te ha costado años generar, no lo vas perder en dos meses. Ese debería ser tu primer razonamiento. En cambio, el que viene con una mentalidad de largo plazo, sigue con nosotros, obtiene resultados, y cambia su vida.

De ti depende que el año que viene a estas alturas estés igual…

No seas un bikiner.

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